
why should I be frightened of dying, there's no reason for it, you've gotta go sometime..."
"I never said I was frightened of dying"
The great gig in the sky - Pink Floyd
Nunca pensé que algún día me iba a encontrar tan cerca de la muerte y mucho menos cómo reaccionaría al estarlo. Creo que no era momento de irme. Tengo aún varias cosas por hacer y decir...
La semana pasada fui a la playa con mi familia y unos amigos, a barra vieja, mar abierto, como a una hora al sur de acapulco. Es muy rico estar ahí porque la playa es grande y hay poca gente. Las olas son fuertes pero se puede estar agusto no muy adentro, disfrutando del abrazo del mar.
Mi papá había pedido que para la tarde me prepararan unos camarones al mojo de ajo. Le había comentado que quería saborearmelos con una cerveza bien fría, enterrando los pies en la arena y observando el mar.
Jugar futbol cerca de una hora en la playa es agotador y nada mejor que refrescarse en el mar. Caminé hacía él sumergiéndome en cada ola que llegaba. Me había alejado un poco del lugar de donde estabamos así es que salí y regresé caminando. Volví a entrar pero ahora me dirigí hacia el lado contrario. De igual manera entré sumergiéndome en cada ola. Después de un rato sin tocar la arena intenté nadar de regreso a la playa. Me di cuenta que por más que nadaba, en vez de ir hacía afuera me alejaba más. Fue entonces cuando le grité a un primo que ya me había cansado y no podía seguir nadando. Cada vez iba más adentro. Había agarrado una corriente que me estaba alejando de la playa.
Por más que nadara no iba a poder salir. Gritos y más gritos de desesperación, de aqui estoy, de ya no puedo nadar. Nadie entraba pues nadie sabía cómo sacar una persona del mar. La desesperación pasó cuando me di cuenta que así me agotaba más, cada vez que intentaba nadar me iba más adentro y al terminar de dar las brazadas terminaba agotado y me hundía por un momento para después salir. Entonces decidí usar mi energía restante para flotar.
Al voltear y no ver nada ni nadie cerca comence a pensar en que no iba a salir, estaba siendo realista, me iba a hundir e iba a ser poco más de un minuto de agonía para después descansar en el mar. Era una clase de resignación, no religiosa pues jamás pensé en un dios que me salvara. Más bien pensaba en mis padres, mis hermanos, mi demás familia, su sufrimiento, su impotencia de no poder ir por mi. Los veía desde adentro, todos en la playa queriendo meterse a sacarme. Cómo decirles que me encontraba bien, cómo decirles que no había problema si me quedaba en el mar, cómo decirles que los amo, cómo decirles que no estuvieran tristes por mi... no había forma.
Después de un rato entraron dos tipos nadando. Cuando los vi entonces supe que tenía que esperar un poco más. Fue cuando llegó la tranquilidad a mi. Llegaron más rápido de lo que pensé. El primero se detuvo a dos metros de mi mientras el que venía atrás le gritaba que no me fuera a agarrar. Cuando llegó el segundo me pidieron que nadara hacia ellos, les dije que ya no podía, que solo tenía fuerza para mantenerme a flote. Cuando vieron que no estaba tan desesperado fue cuando me tomaron uno de cada mano. Me pidieron que pataleara y fueron jalándome. No nadamos directamente a la playa. Tuvieron que llevarme más atras para salir por otra parte donde la corriente nos llevara hacia ella. Al tocar la arena los primeros en recibirme fueron mi papá y mi tía, después llegó mi mamá y mi demás familia a abrazarme. Yo salí blaaancoo!!!
Me espanté y desesperé, no lo niego, pero jamás creí que pensaría en morirme. Jamás dejé de luchar, pero estaba seguro que ahí me iba a quedar. Y no fue así... aún tenía muchas cosas por hacer y decir. Decirle a mis padres que los amo y les agradezco por darme la vida y permitirme crecer sin imposiciones. A mis hermanos, a mis tíos, a mis primos que también los amo. A mis amigos que han formado parte de mi segunda familia. Aún me faltaba saborearme los camarones al mojo de ajo con una cerveza bien fría, enterrando los pies en la arena, observando el mar que quería que formara parte de él. Aún me falta decirle a esa niña que me encanta. Aún estoy aquí para vivir.
guatsa steppenwolf